Tierra y cielo. Sol y Luna

El terruño como principal elemento


¿Cómo íbamos a prohibir expresarse a una de las mejores tierras vitícolas del mundo? La grandeza de un vino está íntimamente ligada al suelo, al clima, a sus gentes y sus costumbres. Las prácticas culturales, el respeto al patrimonio histórico y a la naturaleza son los motivos por los que creamos vinos únicos.

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En los últimos años hemos conseguido a base de investigación, esfuerzo y pasión, encontrar una perfecta integración del viñedo a su diversidad natural, así como un mecanismo natural de defensa frente a las enfermedades logrando un ecosistema propio con un desarrollo orgánico de la vid.

Para nosotros, la vida hay que afrontarla de una forma holística, teniendo en cuenta todos los aspectos que la componen y que contribuyen a darnos una mayor felicidad y salud. Y como no, esta filosofía la transmitimos a nuestros viñedos llevando a cabo prácticas biodinámicas y regenerativas para que la tierra nos de su máxima expresión y crear así unos vinos de calidad y terruño únicos. Somos de los pocos que se anteponen por completo al uso de productos químicos que interfieran en los procesos bioquímicos del viñedo y nos impidan llegar al alma de los vinos. Prueba de ello es el último premio internacional que nos otorgaron de Declaración Ambiental Certificada EPD, consiguiendo así ser la primera bodega del mundo que obtiene tal premio con un vino tinto.

Defendemos ávidamente que el proceso completo puede hacerse con productos naturales que nos permiten fomentar el bienestar de la viña y del consumidor. Por ello usamos preparados naturales a base de plantas, extractos minerales y microorganismos propios de nuestra tierra, creados por nosotros mismos para, no solo cerrar un ciclo sin intervención externa, sino obtener una mayor identidad de nuestros viñedos en base a la esencia de nuestra propia tierra. Prueba de ello son las levaduras indígenas que dan a nuestros vinos una personalidad y unos matices diferenciadores que denotarás sin querer.

Apostamos por la innovación con proyectos de investigación como el uso de cubiertas vegetales, creación de nuevos preparados naturales, fomento de la flora y fauna que le de protección, preservar clones y variedades autóctonas o ir con los tiempos del sol y la luna según sus fases. No somos participes del uso de los riegos, ni de estresar las plantas con altos rendimientos de uva.

Nuestro deseo es transmitir en grandes vinos, la realidad de lo que ocurre cada añada en una de las mejores tierras del mundo.

1000 Gotas de esencia

Capturar el alma hasta el final


Para transmitir el espíritu del viñedo, nuestra viticultura bohemia lleva a cabo toda una obra artística y artesanal. Con sensibilidad, misticismo y respeto; extraemos lo auténtico de la fermentación de nuestras uvas y creamos el prestigioso caldo.

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La vendimia, el punto más importante. Un momento mágico donde se sufre y se disfruta a partes iguales. La realizamos de manera manual, para no dañar lo más mínimo ese regalo de la naturaleza y en recipientes pequeños, para que no se agolpen entre ellas. Trabajar únicamente con nuestros viñedos nos permite realizar una selección cepa a cepa para obtener solo uvas de alta calidad y en buen estado, desechando sin pudor las uvas que no llegan a la calidad mínima que exigimos para nuestros vinos. No cansados con esa selección inicial, realizamos otra selección más exhaustiva en bodega. Primero eliminando los racimos que se hayan podido despistar desde el campo y segundo incidiendo sobre bayas defectuosas que se encuentren en racimos óptimos.

A partir de aquí la idea de la mínima intervención está siempre presente con el objetivo de que los vinos expresen su clima, su tierra y su crecimiento.

Tierra – Botella

Usamos las levaduras indígenas que traen las propias uvas del campo. No hay tratamientos químicos, ni procesos agresivos. Contenidos bajos en sulfitos y movimientos marcados por los ritmos de la naturaleza dependen de las lunas, el calendario biodinámico y las presiones atmosféricas, todo ello para respetar nuestro concepto La Búsqueda para capturar el alma hasta el final.

Uno de nuestros más acaecidos halagos, es sin duda el reconocimiento de los ancianos del lugar, cuando nos dicen que nuestro proceso y cuidado les recuerda al del vino de antaño.

Microviticultura

Máxima calidad


El poseer un viñedo propio nos permite conocer cada recoveco y cada cepa, nos concede una gran ventaja frente al resto aunque nos exige un mayor esfuerzo. Por ello, identificamos y controlamos el punto en el que se encuentran las uvas en todo momento. La tierra es trabajada por nosotros mismos, lo que nos posibilita controlar al cien por cien los viñedos y orientar hacia la máxima calidad los trabajos que realizamos.